2. El mindfulness centrado en la fortaleza psicológica de la compasión y del amor. Este tipo de meditación describe sobre todo la actitud o la emoción de la consciencia atenta, más que la dirección de la misma. El amor bondadoso nos da buena sintonía a la experiencia de la meditación. En otras palabras, aporta buenas sensaciones: ternura, tranquilidad, confort, relajación, cuidado y conectividad. Todas estas características son sumamente importantes, especialmente si tenemos que enfrentarnos a emociones difíciles, ya que «plantan la semilla» de la buena voluntad.
