Las corrientes marítimas (mareas) cambiarían muy peligrosamente.
Debido a la fuerza gravitacional y su cambio que ejercería perder a la luna, esto significaría que el nivel de movimiento y corrientes en las costas se verá en aumento, distribuyéndose así el agua por los polos, la flora y fauna marina sería la primera afectada y por ende también los seres humanos.
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