Quien no se acuerda de aquella vieja serie de los años setenta protagonizada por Lee Majors: The six million dólar man. En la serie, Austin, nombre que se le dio al personaje, sufre un accidente y para sobrevivir se le implantan dos piernas, un brazo y un ojo biónico.
Evidentemente, a pesar de estar muy lejos de una realidad como esas, podemos decir que “ya estuvimos más lejos”.
Deficientes visuales en varias partes del mundo están recuperando parcialmente la visión gracias a los ojos biónicos. Sistemas electrónicos colocados directamente en la retina, aseguró el experto francés José-Alain Sahel.
El médico aseguró que “el sistema ha permitido a muchas personas ciegas a ver nuevas formas y contrastes luminosos de objetos de tamaño medio y algunos son capaces de leer grandes letras y palabras. Esto no se puede definir como el logro de una visión natural, sino una percepción visual útil», dijo el experto, quien dirige el Vision Institute, un centro de investigación del hospital de ojos de quince Vingts de París.
El Argus II, como fue denominado, es un sistema de prótesis de retina compuesto por un par de gafas que poseen una cámara de video en miniatura, un procesador de video externo (VPU), y una serie de electrodos intraoculares implantados, además de una bobina inductiva inalámbrica para la transmisión de energía y de los datos. La VPU recibe y digitaliza la entrada de vídeo de la cámara, donde se aplican varios filtros en la imagen (como detección de bordes, contraste, etc.), y reduce la resolución a 6 × 10 pixels. Inmediatamente, esta imagen 60 píxeles es mapeada, asignándole una intensidad usando valores pre concebidos de los pacientes individualmente a través de pruebas realizadas con anterioridad.
El sistema se ha desarrollado con el fin de proporcionar la restauración parcial de la visión de los sujetos ciegos de la enfermedad degenerativa de la retina externa, motivo por el cual los pacientes escogidos para la fase de test fueron sujetos ciegos o con severos daños en la retina.
Los resultados fueron altamente motivadores y aunque los pacientes no recuperaron completamente la visión, el poder ver formas y inclusive leer letras grandes, constituye un paso enorme para este tipo de Investigadores.
Efectivamente, aunque todavía no se han alcanzado los niveles que se mostraron en la famosa serie de televisión de los años setenta, todo indica que estamos cada vez más cerca y dando pasos agigantados para llegar un día a obtener resultados similares.